
Este tratamiento es perfecto para pieles grasas con acné grado I y II.
Comenzamos con una limpieza específica que elimina el exceso de grasa y suciedad. La exfoliación profunda ayuda a desobstruir los poros, mientras que la exfoliación activadora potencia la renovación celular. El vapor abre los poros, permitiendo una extracción efectiva de impurezas. Aplicamos alta frecuencia para calmar la piel y reducir la inflamación. La microdermoabrasión mejora la textura de la piel y minimiza las cicatrices. Finalizamos con una mascarilla que ayuda a controlar el acné y un refinador de poros para una apariencia más suave. También incluimos un masaje en brazos y aromaterapia para una experiencia relajante.